Hoy os traigo un artículo muy interesante sobre los modelos comunicativos en la familia. Está basado en el trabajo de una de las mejores terapeutas familiares que se han conocido, Virginia Satir.
Esta mujer de gran corazón decía que la familia es un lugar donde pueden encontrarse el amor, el apoyo y la comprensión, aún cuando todo lo demás haya fracasado.
Para comunicarse de manera efectiva, debemos darnos cuenta que todos somos diferentes en la forma en que percibimos el mundo y usar este conocimiento como guía para nuestra comunicación con los demás. Anthony Robbins Clic para tuitearElla hablaba de 5 modelos comunicativos, y serían estos:
El Acusador:
En el modelo acusador, basas tu forma de comunicar en el ataque frontal, culpando a los demás de cualquier cosa que hagan, que pase, etc. Señalas con el dedo, y dices frases como: «¡siempre igual! ¡siempre lo haces mal! ¡por tu culpa!». Detrás de esta forma de comunicar, tienes la creencia de: «si no grito no me harán caso, y que el ataque sirve para aprender». Pero en tu interior te sientes solo, inútil y tienes la sensación de no ser querido.
El Conciliador:
En el modelo conciliador, eres el complemento ideal al acusador. Siempre pides disculpas por todo, e intentas agradar a todo el mundo. Te conformarás con cualquier cosa, aún cuando internamente no estés de acuerdo. Tu frase favorita será «es culpa mía», y de hecho es lo que mostrarás con tu corporalidad. Tienes la creencia de que si te muestras como eres, no serás aceptado ni querido. En un nivel más interno, sientes que no vales nada y que nadie te quiere.
El Hiperrazonador:
En el modelo hiperrazonador vives totalmente desconectado de tus sentimientos. Siempre crees tener la razón, y dirás todos los razonamientos por los que tendrían que hacer lo que tú cres que es mejor. Eres muy mental y frío. Una de las frases sería: «Si me hicieras caso, todo te iría bien». Cuando hablas, lo haces sin parar y llegas a ser bastante pesado. Tienes la creencia de que actuando de esta forma, la gente se dará cuenta de lo inteligente que eres. En el fondo tienes miedo de sentir, pues no te sientes amado.
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El Distractor:
En el modelo distractor, aparentemente, no le das importancia a nada. Sueles vivir sumergido en tus emociones. Eres el típico pasota que contesta con «¿y a mi qué?, ¡bah, eso no es nada!, No me rayes…». En el modelo distractor utilizas esta forma de comunicar para llamar la atención, ya que en el fondo sientes que no le importas a nadie y que nadie te quiere.
El Coherente:
En el modelo coherente, estás conectado con tus propias emociones, te sientes libre de expresar tus propias ideas, deseos, sentimientos y necesidades. Tu autoestima es sana, y eres respetuoso con los demás, teniéndote en cuenta a ti y también al otro. Tu forma de pensar y hacer es flexible y sobretodo sientes, piensas y te mueves en la misma dirección.
Todos en algún momento comunicamos de cada una de estas maneras. Las cuatro primeras son las formas que hemos aprendido en nuestro crecimiento, para sobrevivir física y emocionalmente. Pero son formas que limitan la capacidad de construir juntos, incrementan el miedo y la dependencia y llegan incluso a afectar nuestras salud física.
El modelo coherente es un modelo ecológico con uno mismo y con los demás. Es el modelo de la paz interior, que sin duda nos llevará a la paz también en las relaciones, a crecer juntos y a comunicarnos amorosamente con nosotros mismos, con los demás y con el entorno.
Como siempre te invito a compartir este artículo. ¡Gracias!